La educación china como pilar de su crecimiento. Los chinos y su mentalidad trabajadora.

El sistema educativo en China se caracteriza principalmente por su competitividad. Durante las diferentes etapas del sistema existen numerosas pruebas de ello, pues los niveles de fracaso escolar son muy bajos y la tasa de alfabetización supera el 94%, según datos del Banco Mundial.

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Vamos a explicar la estructura desde los niveles básicos, empezando con la Educación Primaria que generalmente se inicia a los seis años y es obligatoria. Su duración suele ser de seis años, y durante el periodo de enseñanza obligatorio, las directrices de enseñanza contemplan atención tanto a cuestiones meramente académicas como a las morales y laborales. Al terminar la Educación Primaria se pasa al siguiente nivel educativo, la Educación Secundaria, que se dividida a su vez en Educación Secundaria de Primer Ciclo y de Segundo Ciclo. El primero suele tener una duración de 3 años y es obligatorio (las autoridades chinas han establecido un total de nueve años de enseñanza obligatoria). El segundo también tiene una duración de 3 años, aunque para entrar en este se debe de superar los exámenes de captación pertinentes.

Después de la Educación Secundaria se pasa a estudiar la Educación Profesional. Desde el año 1996, cuando se promulgó la Ley de Educación Profesional, se establecieron las bases para tener en el país una educación profesional bien estructurada. Dentro de ellas se diferencian varios niveles. Por último, se imparte la Educación Superior, que se da en universidades, institutos y centros de formación. Dentro de esta, tendremos que distinguir la Formación Profesional, la educación universitaria y los cursos de postgrado (máster y doctorado). El curso académico se estructura en torno a dos semestres de unas 20 semanas cada uno. El primero comienza en septiembre y el segundo, en febrero. La asistencia a clase es obligatoria.

Por otro lado, nos encontramos con el sistema universitario, que es bastante similar al de la mayoría de los países occidentales. El primer nivel de estudios universitarios, al que acceden los estudiantes tras concluir la enseñanza secundaria, es el “undergraduate”, similar al grado europeo, que tiene una duración de cuatro años. Inmediatamente después se encuentran el título máster, que se cursa durante tres años. Por último, el doctorado es el nivel universitario más elevado y su duración comprende los tres años.

Como ya sabemos, los idiomas son muy importantes en estos niveles de educación, por lo que en el nivel universitario los estudiantes chinos deben elegir al menos cuatro asignaturas cuatrimestrales en inglés. En los niveles de pregrado (“undergraduate”) se imparte chino, aunque las instituciones también realizan un esfuerzo cada vez mayor por internacionalizarse

En las universidades con más porcentaje de estudiantes internacionales, algo de lo que hablaremos más adelante, los profesores extranjeros imparten sus cátedras en inglés, sobre todo las relacionadas con el ámbito empresarial y financiero. En el caso de cursar estudios en mandarín, los estudiantes internacionales tienen que realizar uno o dos cursos académicos.

En lo que a financiación de los estudios se refiere, China posee una política de coste compartido en la cual los estudiantes aportan un porcentaje variable y dependiente de su nivel de renta. En este sentido se debe diferenciar entre los alumnos que se auto financian sus estudios y los que estudian gracias a una beca del gobierno.

Esta fórmula facilita el acceso a la educación superior becados por el gobierno, con lo que se pretende conseguir un acceso generalizado a la educación superior. En este sentido, en los últimos años se han puesto en marcha planes específicos orientados a personas con dificultades económicas. Estos planes incluyen becas, exenciones o reducciones de matrícula, trabajo a tiempo parcial o préstamos estatales.

Cuando sale la cuestión de por qué la educación en Asia es tan brillante, o cómo es que los orientales son más listos de los demás, se resuelve de manera muy fácil con la consigna “trabajo duro más que inteligencia”. Según explicó a la CNN Andreas Schleicher, consejero especial de Educación de la OCDE y responsable del programa PISA, «se trata de una cuestión de trabajo duro más que de inteligencia». A su juicio, «en China y Shanghái tienes nueve de cada diez estudiantes diciéndose «Depende de mí, si hago el esfuerzo, mis profesores me van a ayudar a tener éxito», mientras que en Japón más del 80 por ciento se niega a aparcar los problemas y el 68 por ciento rechaza renunciar fácilmente cuando encuentra una dificultad».

Aparte de sus motivaciones, lo cierto es que los alumnos chinos de las grandes ciudades se pasan el día entero estudiando y no descansan ni durante los fines de semana, cuando sus padres los llevan a clases privadas de piano, ballet, pintura o inglés. Por lo general, los escolares chinos tienen al menos nueve asignaturas y 34 horas de clases por semana, que se suman a los deberes y a las lecciones particulares de refuerzo que reciben al volver a casa por la tarde, que les suelen ocupar hasta por la noche.

En una sociedad tan competitiva como la china, los esfuerzos no los hacen los alumnos, sino también los padres, que se mudan cerca de los mejores colegios públicos para asegurarse de que sus hijos pasen el «gao kao», el examen que, al igual que la Selectividad en España, determina las notas de acceso a la Universidad. Para aprobarlo, los estudiantes deben memorizar durante tres años seis libros por asignatura. Como complemento, las familias invierten auténticas fortunas en cursos de idiomas y actividades extraescolares. El problema es que los alumnos chinos están tan ocupados estudiando que no tienen tiempo para descubrir lo que realmente les gusta, por lo que llegan a la Universidad sin una motivación clara.

Por último, hay que aclarar que el informe PISA solo tiene en cuenta a Shanghái y no a otros lugares menos desarrollados de China donde sus notas no serían tan altas.

Con respecto a los estudiantes que vienen desde el extranjero para estudiar su carrera en China, hay que decir que el país asiático le ha ganado el sitio dentro de la economía del conocimiento a Europa, llegando incluso a pisarle los talones a Estados Unidos.

Aunque EEUU sea el país que más estudiantes reciba, China es la que más rápido está incrementando el número de estudiantes extranjeros.

Para mayor exactitud, el números de estudiantes extranjeros que han ido a estudiar a China ha evolucionado a lo largo de los últimos años, pasando de los 260 000 que eran en 2010 a los 320.000 que se calcularon en 2012. Desde el 2000 el número de alumnos internacionales ha incrementado en más de un 400%, por lo que el crecimiento continua cada año y se hace patente ya que para el año 2020, esperan atraer a 500.000 alumnos internacionales y convertir el país en el mayor destino para el intercambio internacional en Asia. Ante esto, el gobierno chino se ha puesto a la marcha para firmar acuerdos de colaboración con las instituciones educativas de todo el mundo y en ofrecer becas y facilidades para fomentar una mayor comprensión de su cultura y su idioma a nivel mundial. Tal es el impulso del gobierno que se quiere dar movilidad estudiantil que para 2015 se planea financiar 50 000 becas para alumnos extranjeros.

Después de explicar la posición de China ante la recepción de extranjeros, vamos a exponer una relación entre China y España, comenzando con el español en China. En la actualidad, el país asiático quiere continuar reforzando de forma prioritaria la penetración del español en la enseñanza secundaria. En ese sentido, ha sido fundamental la implantación de la Consejería de Educación en 2005 y la labor realizada desde allí en los últimos años, en estrecha cooperación con las autoridades educativas locales.

El español se impartió entre los años sesenta y setenta en China en escuelas primarias y secundarias, aunque posteriormente se interrumpió la enseñanza a ese nivel. Según información facilitada por la Consejería de Educación, existen en estos momentos unas 40 escuelas en China continental que imparten cursos de español. La cifra ha aumentado exponencialmente en los últimos años, ya que en el año 2005 solo había 5 escuelas.

Con el fin de incentivar la creación de departamentos de español en escuelas secundarias chinas, se les ofrece la posibilidad de suscribir convenios de colaboración con nuestro Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Actualmente se han firmado estos acuerdos con siete centros educativos (seis de enseñanza reglada preuniversitaria) y, desde la Consejería de Educación, se está en contacto con varias escuelas que han solicitado la firma de un memorando de colaboración semejante para apoyar su próxima apertura de un departamento de español.

Finalmente, dos centros (Escuela de Lenguas Extranjeras de Beijing y Escuela de Lenguas Extranjeras de Jinan) se han incorporado al programa de Secciones Bilingües que el Ministerio de Educación español implantó en un número reducido de países europeos y a través del cual se proporciona un profesor español que percibe una retribución mensual del Gobierno español, así como el pago de los gastos de viaje a China. Asimismo, cada año reciben una dotación de recursos bibliográficos y audiovisuales.

Por otra parte, es importante destacar el hecho de que, en los últimos años, 57 universidades de España han firmado más de 400 acuerdos con unas 170 universidades de la República Popular, que fomentan los intercambios de profesores y de alumnos y, en algunos casos, podrán ofrecer titulaciones dobles en el futuro.

Desde el establecimiento de la Consejería de Educación de la Embajada de España en Pekín, se han suscrito también tres importantes documentos, que suponen una hoja de ruta para la cooperación educativa en la enseñanza reglada, estos documentos son un acuerdo en materia de reconocimiento de títulos y diplomas entre el Gobierno del Reino de España y el Gobierno de la República Popular de China, firmado en Pekín en octubre de 2007, un memorando de entendimiento en materia educativa, firmado en la misma fecha, y además, un plan Ejecutivo de Cooperación e Intercambio Educativos para el período 2011-2014, firmado en octubre de 2011.

Todos los aspectos no son positivos, por ejemplo uno de los principales obstáculos que impiden el crecimiento del español en China en función de la demanda, lo que se conoce como «cuello de embudo» para su posicionamiento definitivo como segunda lengua extranjera en el país, es la falta de profesores cualificados, que viene determinada por diversos y complejos factores.

Según la información recabada en el Ministerio de Educación de la R. P. de China, en las universidades más reconocidas del país, solo se ha podido atender en los últimos años a menos del 30% de las peticiones de estudiantes universitarios que querían matricularse en español. Eso quiere decir que más de un 70% quedaron desatendidas y se decantaron por otras especialidades o que, en el mejor de los casos, lo estudiarán de forma privada simultáneamente. De nuevo, estas autoridades señalan como causa principal de la aplicación de ese cupo la escasez de profesorado cualificado. El número de docentes en la enseñanza reglada asciende a unos 600, cifra totalmente insuficiente para acometer la creciente demanda de cursos de español en todo el país.

Una de las razones fundamentales es la brecha provocada por la interrupción de estudios universitarios en los años sesenta y setenta, durante la Revolución cultural, que sin duda ralentizó el relevo generacional; tiende, además, a agudizarse a medida que se van produciendo jubilaciones de profesores de las generaciones pioneras, aunque muchos de los profesores jubilados dirigen nuevos departamentos creados en provincias. Por otra parte, es indudable el atractivo que supone hoy en día para los jóvenes bilingües la pujante demanda de profesionales para el sector de los negocios, frente a los reducidos salarios de los docentes y la necesidad de que estos —al menos en las universidades más importantes— deban contar al menos con una titulación de máster. En la Universidad de Beijing se exige incluso la titulación de doctor, existiendo solamente en China tres centros que ofrecen esos estudios de doctorado en Filología Hispánica y con muy limitadas plazas de acceso.

Con respecto a los estudiantes chinos en España, tenemos que apuntar que muchos estudiantes de español, tanto en universidades como en la enseñanza no reglada tienen intención de continuar estudios en universidades de países hispanoparlantes, siendo España una primera opción. Entre las especialidades que cuentan con mayor acogida figuran, en primer lugar, los estudios de Economía y Administración de Empresas en muchas de nuestras prestigiosas escuelas de negocios (un 37,56%), seguidos de los estudios de Turismo (un 17,19%) y de los estudios relacionados con el Hispanismo, Enseñanza del Español como Lengua Extranjera y Traducción (13,20%). En el cuarto grupo se incluirían especialidades diversas, como Ingenierías, Ciencias de la Información, Arte, Arquitectura o Diseño.

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Estas son unas curiosas fotografías que realizamos en Sevilla, en la Delegación Territorial de Educación, Cultura y Deporte situada en el Antiguo Matadero, en las cuales observamos carteles en los que se ofrecen cursos para chinos y clases para obtener el permiso de circulación de vehículos.

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En la actualidad, aproximadamente unos 4.000 chinos estudian en España, cifra aún muy reducida, teniendo en cuenta las infraestructuras de nuestras instituciones docentes pero quizás relacionada con el cuestionable atractivo de nuestra oferta educativa. En los últimos años se ha facilitado considerablemente el proceso de tramitación para el visado de estudios, algo fundamental puesto que nuestras universidades están muy interesadas en ampliar la presencia de alumnos chinos y en incrementar los programas de intercambio y colaboración. Cada año se celebran dos importantes ferias de educación en la capital china y otras muchas en provincias. Estas ferias pueden ser una plataforma para dar a conocer la oferta académica en español, con el fin de reforzar la envergadura anual del desembarco de España como país destino para la enseñanza del idioma y otras especialidades.

No olvidemos el gran impacto multiplicador que supone ese flujo de estudiantes chinos, ya que los ex alumnos volverán cualificados a China, difundirán de manera natural una imagen positiva de España, se ubicarán profesionalmente y con gran facilidad en instituciones, organismos o empresas con intereses en el mundo en español o se implicarán en la docencia de la lengua; los lazos harán que vuelvan a España de turismo o para visitar a amistades, propiciarán probablemente que consuman productos españoles y, finalmente, que trasladen a sus hijos un genuino interés por lo español.

China es ya el principal emisor de estudiantes del planeta, con cerca de 1,27 millones de estudiantes fuera de sus fronteras. En 2010 más de 280.000 estudiantes se desplazaron a otro país para estudiar, cifra que se viene incrementando a un ritmo del 25% en los últimos años. Los visados por estudios a España se han incrementado en más de un 130% en los últimos cuatro años.

La educación del hijo único es una prioridad familiar. Crece día a día la necesidad de buscar nuevos destinos y productos educativos para completar la formación de ese joven, que se inserta en un mercado laboral cada vez más competitivo. El sistema educativo nacional es extremadamente exigente y eso hace que muchas familias, preocupadas ante la dura competencia para el acceso a estudios superiores decidan mirar hacia el exterior. Los hijos mayores, recordemos que con la política del hijo único pueden ser hasta seis los integrantes de la familia, contando a padres y abuelos, están dispuestos a apoyar incondicionalmente la educación de los menores. Y eso, en muchos casos, pasa por una salida al exterior. Los padres buscan en las ferias de educación y en las agencias educativas que facilitan a veces a un alto precio las gestiones de matriculación en el exterior destinos propicios para que sus hijos completen su formación en todo tipo de licenciaturas, maestrías e idiomas, más allá del inglés.

Ha aumentado considerablemente el número de estudiantes de enseñanza secundaria que cursan estudios en el extranjero, sobre todo en Estados Unidos, Reino Unido, Australia o Canadá. Todavía no se plantea esa opción para escuelas españolas, sobre todo por las limitaciones en materia de visados para menores. En las mencionadas ferias y exposiciones educativas es cada día mayor la presencia de colegios internacionales, universidades, escuelas de negocios, academias de idiomas, etc., ya que el sector de la educación genera importantes recursos económicos. Cada año aumenta el número de instituciones docentes públicas y privadas de países extranjeros. En ese sentido, nuestras universidades, con una excelente relación de calidad y precio, son extraordinariamente competitivas en el sector, aunque hasta hace poco tiempo la complejidad en materia de visados de estudios era una barrera que limitaba sus expectativas.

Mientras que la lengua China en España, lejos de convertirse en un hecho aislado, ha pasado a ser más que una moda. Cada vez más personas se atreven a adentrarse en el mundo del “mandarín”, una demanda que ha llevado a un aumento de las franquicias de chino y de los cursos de esta lengua en las instituciones idiomáticas. Sea por hobby o por trabajo, lo cierto es que se trata de uno de los idiomas que más puertas abre y mejores oportunidades otorga en la actualidad. Desde que el chino se introdujera en las instituciones de idiomas de nuestro país y se estableciera como una lengua más en las academias de idiomas, sumado a las que se dedican a ofertar el estudio del chino exclusivamente, se han multiplicado las personas que se han interesado en el aprendizaje de esta lengua oriental. El número de estudiantes de chino, ya asciende a 40.000, un crecimiento notablemente rápido teniendo en cuenta que cinco años atrás el número era de 5.000.

Aprender esta lengua cada vez más presente en España, no entiende de edades. La mayoría de los estudiantes de chino, unos 25.000, no alcanzan la mayoría de edad, mientras que en el lado contrario estarían los adultos, unos 10.000 menos, y que deciden involucrarse en este idioma, especialmente, con vistas a mejorar a sus oportunidades laborales. Hay que señalar, que de todos ellos, hay un mayor interés por el chino en Madrid, Cataluña, Valencia y País Vasco.

Lejos de la falsa creencia de que los españoles no son los más capacitados para adquirir conocimientos en idiomas, la enseñanza de chino está teniendo un gran éxito entre los españoles. Asimismo, se trata de uno de los idiomas más complejos, por lo que se deben emplear bastantes horas de estudio y de lectura. Además, se recomienda que los profesores sean nativos y también que se participe en actividades con el fin de involucrarse en una cultura que mucho se aleja de la existente en España. Debido a la convivencia con la cultura oriental, el chino ha aumentado su importancia en España. Aprender el idioma asiático se ha convertido en una oportunidad de aumentar las posibilidades y oportunidades laborales, sumado a un aumento del bagaje cultural que siempre supone adquirir conocimientos en una lengua extranjera. Los cursos y las franquicias de chino se convierten de este modo en protagonistas de un momento en el que el idioma es un punto más que relevante en la formación de la persona.

Hoy día ya podemos hablar del chino en Andalucía como realidad, pues el futuro no tan lejano pasa por China. Así lo entienden las autoridades educativas andaluzas. En la actualidad, 3.000 niños andaluces estudian chino como segundo idioma. En Andalucía nos encontramos con 17 Centros, Institutos y colegios, de los cuales cinco están en Sevilla (Colegio Público Ortíz de Zúñiga, el IES Triana, IES Sevilla Este, IES Itálica de Santiponce y en el Instituto de Educación a Distancia de Andalucía (IEDA). En total, 450 alumnos que están aprendiendo el chino como segundo idioma), que han implantado estas clases. Sus profesores los facilita el Gobierno de la República China, tras un acuerdo con la Junta de Andalucía. Es la primera comunidad autónoma que implanta este plan de estudios en España. Lo que tienen claro el director general de Educación, Pedro Benza, que apuesta por esta línea innovadora de futuro. Recuerda Benza de aunque el programa comenzaba con 1.600 alumnos en toda Andalucía, actualmente se cifra en 1948 alumnos. Un proyecto experimental que se está implantando con fuerza en 17 centros en toda Andalucía. China se está convirtiendo rápidamente en un agente global clave y su importancia y potencial no deben ser ignorados. El hecho de aprender el idioma, de tener experiencia laboral en China y de haber vivido en este fascinante país constituye activos de valor incalculable.

A la hora de decantarte por estudiar el chino, hay una series de razones a tener en cuenta, como que es el idioma más hablado del mundo o que dominar el chino mejorará tu currículo para futuras posibilidades laborales y supondrá una gran ventaja competitiva en el mundo laboral. Además, China ya juega un papel cada vez más importante en la economía mundial y se predice que se convertirá en la mayor economía del planeta con todas las letras, superando a los Estados Unidos. También hay que tener en cuenta que adquirir conocimientos básicos de mandarín será muy útil cuando quieras viajar por China, ya que la mayoría de la población china no tiene conocimientos de idiomas extranjeros, por lo que sería esencial poder interactuar con la población local para tener la posibilidad de descubrir diferentes culturas, valores y estilos de vida. Además, saber chino mandarín es una puerta para adentrarse en una de las más antiguas y fascinantes culturas del mundo y así poder apreciar su herencia cultural. El hecho de poder hablar un idioma extranjero como el chino, que es completamente distinto a nuestra lengua materna, y poder escribir sus caracteres es una experiencia verdaderamente gratificante para quienes lo han estudiado. Para realizar negocios en China es muy útil para futuros proyectos empresariales en este país, ayudando a establecer mejores relaciones con posibles socios chinos como nos comentaron algunos de nuestros entrevistados.

Quisimos y precisamos la ayuda de algún profesional de este campo para comprender el éxito chino y su relación con la educación pública que allí tanto se promueve. Nos resultaba interesante para abordar este punto, entrevistar a algún docente. No pudimos dejar pasar por alto la experiencia de conocer el testimonio y la perspectiva de una profesora de Lengua China nativa. Al tener contacto con ella y posteriormente indagar algo sobre su vida, descubrimos que resulta un buen ejemplo y muestra de cómo a través del esfuerzo, los chinos suelen conseguir en muchos casos y en poco tiempo notables éxitos académicos y laborales. Meijuan Han nació en Pekín hace sólo 25 años y a día de hoy ya es Diplomada en Idioma y Literatura China, Secretaria de Relaciones Exteriores de Alto Nivel por la Capital Normal University de Pekín y Licenciada en Magisterio en Enseñanza del Chino para Hablantes de Otros Idiomas por la misma universidad, donde también obtuvo el certificado oficial del College English Test-6 de Inglés. Cuenta también con diplomas del Programa de Formación del Profesorado Chino organizado por el Instituto Confucio y del Curso de la Lengua Española en el Instituto Cervantes A1, A2, B1 con el Certificado de DELE B1 (Diploma de Español como Lengua Extranjera). Fue además voluntaria y ayudante en la programa “China Education Tour” en la Capital Normal University a principios de 2010, hizo unas prácticas de Información de Auditoría en la empresa Baidu de la misma ciudad y ahora ejerce como profesora de Lengua China en el IES Padre Luis Coloma de Jerez de la Frontera. Este mismo año ha sido también representante de profesorado de “Fortalezas y retos en la enseñanza del chino” en las II Jornadas de Enseñanza de la Lengua y Cultura Chinas en Sevilla. Aquí presentamos la conversación que pudimos mantener:

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¿Qué motivos hay detrás de su salida de China? ¿Vio en España una oportunidad laboral atractiva? ¿Por qué?

El motivo real de mi salida de China se debe a que yo estudié un Master para enseñar el chino como segunda lengua, por lo que debía buscarme algún destino atractivo donde poner en práctica mis conocimientos. Una vez terminados mis estudios me planteé ir a Sudamérica, pero esta idea no llegó a fraguarse y al poco tiempo se me presentó la oportunidad de de venir a España y comenzar mis prácticas. Lo tuve bastante claro ya que no podía dejar pasar este tren.

-Cuando se habla del crecimiento económico chino y de la República Popular como el país más rico del mundo, ¿lo percibe usted en la población o bien cree que sólo son datos macroeconómicos?

Creo que actualmente se vive mucho mejor que antes. Han aumentado los sueldos por lo que ahora la gente gana y gasta más, y por consiguiente la calidad de vida se ha alcanzado unas cotas impensables años atrás. Bien es cierto que China se desarrolla a ritmos forzados y cada vez que vuelvo a China veo a mi ciudad muy cambiada. Soy de Pekín, por lo que cada vez que regreso veo como abren nuevas infraestructuras como centros comerciales o líneas de metro. Todos estos aspectos hacen que la sociedad disfrute de una serie de mejoras que le facilitan su vida diaria. Por otro lado, siempre debemos reseñar los aspectos negativos, y es que en China las personas que están dentro del umbral de la pobreza siguen manteniendo esta posición y las diferencias con las clases más poderosos siguen acrecentándose. Este problema siempre ha existido en China y no han sido capaces de solucionarlo, aunque es cierto que está disminuyendo.

 -Ahora allí crecen a unos niveles envidiables. ¿Cree que estar aislados fue un aprendizaje?

Sí, ya que al estar aislados ahora queremos aventurarnos y conocer cosas nuevas. Hace unos meses pudimos ver cómo el presidente del gobierno de España viajó a China, y esto es sólo un ejemplo de las múltiples reuniones internacionales que se producen en mi país, como también lo es la reunión de la APEC (Asia-Pacific Economic Cooperation, en español Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico). China cada vez se está abriendo más al mundo exterior y creo que puede ser beneficioso para todos.

-Sabemos que en China el Gobierno invierte muchísimo dinero en Educación pero, ¿procura también que las personas desfavorecidas o con menos recursos accedan al sistema educativo?

Sí, este es un tema en el que se ha estado trabajando y en el que se ha mejorado mucho. Para nosotros la educación primaria y la secundaria es gratuita. Por otro lado, las personas con menos recursos pueden solicitar diferentes tipos de becas para entrar en la Universidad, por lo que hoy en día, salvo excepciones, cualquiera puede acceder a una carrera universitaria.

¿Cree que en materia educativa aquí tenemos cosas que aprender de China?

Los alumnos me han comentado que los años de bachillerato y secundaria van a cambiar. Nuestro sistema educativo establece tres años de Educación Secundaria y tres años de Bachillerato. En el sistema español se desarrollan cuatro años de educación secundaria y dos años de bachillerato. No sé si los españoles deben cambiar su modelo educativo y aprender de nosotros, pero yo pienso que el modelo chino es mejor porque con cuentas con un año más para preparar la entrada en la Universidad.

Según la experiencia que saco del día a día con mi clase, creo que los alumnos necesitan más disciplina y saber estar. Desde el extranjero hay una idea muy extendida de que en nuestro país hay sistema es muy estricto, pero creo que aquí necesitan cambiar estos aspectos. No deben copiar el modelo chino, pero sí que necesitan una mayor dosis de disciplina.

 -China es tan grande que más que un país es comparable a todo un continente y esto también facilita que sea un potente motor económico. ¿Qué aspectos negativos puede tener el poseer este gran tamaño para la propia China y para el resto del mundo?

China, al ser un país tan grande, donde vive tanta gente, encontramos grandes diferencias dentro del territorio, sobre todo entre el norte y el sur. Aspectos como lengua o la comida adquieren rasgos distintivos dependiendo del lugar en el que nos situemos, no todo el mundo habla la misma lengua ni toma los mismos alimentos. Las personas del norte se suelen comunicar en mandarín, pero si nos desplazamos al sur de China, difícilmente llegaremos a establecer comunicación con los que allí residen. China es un único país pero cuenta con este inconveniente.

 ¿Qué tiene principalmente China que no tenga España y viceversa?

La tortilla de patata (risas). Lo que más me sorprendió de mi primer año en España fue que aquí las personas mantienen una relación muy abierta. Vine sola y pensaba que me costaría mucho relacionarme con los demás, pero no fue así. Disfruté mucho de mi primer año gracias al apoyo de mis compañeros, de mis jefes y de las familias de mis alumnos ya que me permitieron poder hacer amigos españoles. En este país la gente es muy cariñosa y amable, y comparándolo con nosotros existe una gran diferencia puesto que nosotros somos más reservados. Por último, creo que hay que señalar que en España gente es más independiente a diferencia de lo que sucede en China.

 -Su país de origen domina la economía mundial en la actualidad pero no ocurre así con la cultura. ¿Cree que China debería exportarla en mayor medida?

Nuestra cultura es muy diferente a la del resto del mundo. Los españoles, al igual que los estadounidenses, tenéis muchas cosas en común como es el caso de la lengua. Nosotros sin embargo, en el tema de la comida o de la lengua somos muy distintos. Es muy difícil tratar de condicionar el hábito de una sociedad pero soy partidaria de que es positivo participar o probar cosas nuevas como la comida. Es complicado introducir nuevos elementos culturales porque yo sé que aquí hay mucha gente a la que no le gusta la verdura o las cosas picantes, que son dos de los ingredientes claves de la comida china. Si algo no te gusta desde un principio es más complicado que termine gustando con el tiempo. Puede probarlo, pero necesitas mostrar interés por lo nuevo.

 ¿Cree que es significativo el número de chinos que mantienen a sus familias con lo que ingresan en el extranjero?

Creo que el número de chinos que han optado por esta técnica de trabajo es bastante elevado. En España muchos chinos vienen a hacer negocios, abren sus tiendas y tratan de conseguir el máximo dinero posible. Creo que uno de los motivos principales que hacen que los chinos emigren a países como España es que en China trabajan prácticamente el doble y apenas pueden ofrecer dinero a sus familias.

¿Qué ha podido mover a sus alumnos a aprender chino? Sabemos que muchos de los pequeños son adoptados de origen chino pero, ¿y los adultos?

Dispongo de varios grupos, divididos según el nivel de dificultad y la edad. Dentro de mi clase, hay un grupo bastante peculiar que lo componen los padres de mis propios alumnos que quieren conocer el idioma de sus hijos adoptados. Ellos ven la necesidad de poder comunicarse diariamente con sus hijos en un segundo idioma y que lo dominen de la mejor forma posible. Los adultos creen que el chino es cada vez más importante, que está de moda. Al ser China un país tan relevante ahora, tienen la idea de que pueden tener más oportunidades para trabajar en un futuro.

 ¿Qué podría interesar de China a un español que se plantea emigrar?

Para vosotros existe el atractivo de poder enseñar español en un país donde viven millones de personas. En China existen Institutos Cervantes donde se imparten clases de español. Además, como últimamente han aumentado las relaciones entre España y China, seguro que hay mayores oportunidades de negocio y alguna empresa internacional podría ser un buen destino donde encontrar un puesto de trabajo. Para vosotros resultaría más divertido poder abrir un pub o una discoteca, porque en China no hay bares del estilo español y creo que eso podría resultar una opción interesante.

 -El idioma chino es percibido como una lengua compleja de aprender para muchos españoles. ¿Puede ser esto, unido a la cultura que percibimos como lejana, un motivo por el que no emigren tantos españoles hacia allí?

No creo que sea por el idioma, puesto que lo que más influye es tu propio interés. Yo tengo alumnos que quieren ir a China para poner en práctica sus habilidades y ayudar a la gente de mi país. Estas personas tienen un objetivo concreto, ya que quieren aprender chino, aunque les resulta complicado, tienen la inquietud de vivir experiencias nuevas y conocer un país tan fascinante como es China. En mi opinión el idioma no debe resultar un obstáculo puesto que cuando yo llegué a España no conocía nada del idioma, salvo palabras claves como «hola», «adiós» y «gracias».

¿Considera que los chinos aspiran preferentemente a encontrar trabajo en su propio país o entra en sus planes emigrar?

Creo que la idea de encontrar trabajo fuera de China está extendiéndose cada vez más. Antes no sucedía esto ya que nosotros intentamos mantener la tradición de quedarnos con nuestra familia, puesto que lo es todo para nosotros. Sin embargo, actualmente los jóvenes están mejor formados, tienen más conocimientos y quieren salir de casa, salir del país y hacer su vida propia.

¿Es fácil para la comunidad china la adaptación en nuestro país? ¿Qué principales dificultades encuentran?

Sí, es muy fácil. Tal y como he comentado antes, la relación con las personas es lo más importante. Si me llevo bien con la gente es todo más llevadero y el estrés de vivir sola, lejos de mi hogar, queda en un segundo plano. Lo más difícil a mi parecer es la adaptación a la comida, echo de menos la comida china. Por lo demás, todo bien.

 -A muchos chinos se os ve perfectamente integrados aquí en Andalucía y España, de hecho no contamos con asentamientos similares a los de las China Town de algunas grandes capitales mundiales. ¿A qué se podría deber esto?

Por mi parte, conocer a mis amigos; son muy cariñosos. Sin embargo, en la sociedad china hay poca confianza entre la gente, pero cuando venimos a España y vemos que la gente es tan abierta y tan cariñosa, nos damos cuenta que nosotros realmente también somos así, que no somos malas personas, que nos queremos llevar bien con los demás y nos gusta integrarnos en la sociedad española.

 -A veces, por aspectos culturales, parece que los chinos que aquí trabajan viven para ello casi exclusivamente y al jubilarse es cuando se dedican a disfrutar del dinero ahorrado, ¿es esto así? ¿Disfrutan ustedes el ocio a edades tempranas?

Creo que realmente no es así. Los chinos son personas que ahorran mucho dinero, pero no gastan tanto en su jubilación. Nosotros tenemos la costumbre de ahorrar dinero para gastarlo luego, pero esto nos impide disfrutar de la vida. Nos inculcan desde pequeños que lo más importante es estudiar o trabajar, ir a un instituto bueno, a una universidad prestigiosa, y conseguir un trabajo digno. Todas las directrices van encaminadas en lograr el éxito a base de trabajo. No es como aquí, en España, el trabajo y la vida personal están separados. En China llegamos a un punto en el que es necesario que tu jefe te de permiso para volver a casa.

¿Qué trabajos quieren hacer los chinos cuando están estudiando?

Cada persona tiene sus propios gustos, no es una cosa concreta.

¿Para una persona que está estudiando chino qué es más difícil leer, escribir o hablar?

Creo que lo más difícil es escribirlo, aunque bien es cierto que para leer es necesario que te sepas los caracteres y debes memorizarlos. Además, la pronunciación conlleva el problema de los tonos puesto que nosotros tenemos cuatro diferentes. Según mi experiencia, a los alumnos esto les cuesta mucho trabajo.

-Para terminar, ¿es ya el momento de aprender chino?

China sigue creciendo y el inglés se mantiene como segundo idioma en gran parte del mundo. El chino es cada vez más importante pero no llega a sustituir al inglés.

-Muchas gracias.

No hay de qué.

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